miércoles, 6 de abril de 2011

23.- VILLAS DE ASPURU 2 - GORDEXOLA

Lorenzo Amézaga Zárraga (1.818-1.886), natural de Deusto, se casó en 1.840 con Florencia Severiana Lambarri Larrea (1.817–1.894), natural de Gordexola, de este matrimonio nacieron Liborio (1.842). Luis Ceferino (1.844), Pedro Ignacio (1.848), Purificación (1.850), Raimunda (1.852), Paula (1.854) y Restituto (1.857). Al ser agricultores de condición humilde, los hijos varones emigraron a Cuba. Liborio se afincó en la provincia de Matanzas donde contrajo matrimonio con Mª del Carmen Roldán y Roldán, cubana y propietaria del ingenio Santa Rita, llegando a ser alcalde de Cárdenas por un corto periodo en 1.883. Pedro también se afincó en Matanzas donde tuvo al principio un almacén de víveres al por mayor, más tarde abrió una ferretería lo que dio lugar a la creación de distintas sociedades derivadas de la primera y también adquirió una destilería. Restituto se casó con Ángela Botet Suris y también participó en los negocios familiares y fue uno de los socios fundadores del Banco Hispano Americano.
Volviendo a Pedro Amézaga y Lambarri citar que llegó a ser senador de la provincia de Matanzas y socio fundador de Electra del Cadagua. No solo destacó en los negocios y en la política sino también en la vida social. Fue un hombre generoso y construyó estos dos chales para sus hermanas Raimunda (casada con Feliciano Arechavaleta Arteta) y Paula (casada con Francisco Villa Aspiri). D. Pedro murió soltero en 1.917 a los 69 años.
Esta segunda villa la heredó Felipa Julia Villa (1.883-1.959), hija de Paula, que estuvo casada con su primo Antonio Amézaga Roldán (1.878-1.958) que era hijo de Liborio Amézaga. D. Antonio hizo carrera militar, intervino en la guerra de la Independencia de Cuba como voluntario, después tuvo distintos destinos en la península llegando a tener la graduación de Comandante. Tras su retiro voluntario se estableció en esta villa. Hoy en día no pertenece a la familia

Los chalés son de 1.905 y se construyeron en la finca donde se encontraba el caserío de Aspuru del que se conserva su escudo en mal estado. En origen, ambas construcciones, perfectamente simétricas, se hallaban vinculadas por una escalinata que descendía a lo largo de una fuerte pendiente, dando al conjunto sensación de unidad hoy desaparecida.









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