Feliciano Mª Alcorta Apraiz nació en Durango en
1838 siendo hijo de Ignacio Alcorta Elorriaga y Faustina Apraiz Uribarrena. Estudió
medicina y ejerció de médico en Bilbao, siendo famoso su discurso en el acto
solemne de recibir la investidura de Doctor en la Facultad de Medicina titulado
“¿El fluido eléctrico y el fluido nerveo son una misma cosa? (1864)”. El 14 de
febrero de 1868 se casó con Feliciana Alzuyeta con la te tuvo a Juan Jesús Gil
(1869), Matilde Bienvenida (1.871), Ignacio Gavino (1873), Romana
Jesusa (1877), Isidoro (1881), Martín (1883) y María de
los Dolores (1886). Feliciana, de procedencia vasco francesa, era heredera de plantaciones de azúcar y otros
negocios familiares en Filipinas. A pesar de no ser indianos pero sí con el
dinero procedente de Filipinas decidieron construir este palacete terminado en
1897. Se levantó sobre una colina artificial, en una finca que ocupaba 21.320
metros cuadrados, rodeada de unos magníficos jardines que incluían entre otros
elementos una pista de tenis de hierba, un cenador y un estanque. En la fachada
destacaban en el primer piso las grandes cristaleras exteriores del salón y en
el último piso una torrecilla con forma de faro. Este palacete fue construido
en un estilo parisino de finales del siglo XIX y muchos de sus elementos
interiores fueron traídos expresamente desde París y Filipinas.
La casa era utilizada sobre todo en los meses
de verano, salvo durante la Guerra Civil que fue utilizada como residencia
habitual al considerarla más segura que su permanencia en Bilbao.
Tras el fallecimiento de sus propietarios la
villa entró en decadencia y el paso del tiempo hizo mella en ella. En 1946
Romana Apraiz, una de las hijas de los Feliena, y su marido Álvaro Videgain
González (Fuenterrabía 1868) compraron a los otros herederos su parte para
hacerse cargo de la restauración y para ello contrataron al arquitecto Rafael Fontán.
Éste devolvió a la villa su antiguo esplendor, pero Álvaro murió a los pocos
años y Romana dejó de ir a Bakio. Posteriormente decidieron instalarse en la
casa su hijo Javier con su esposa Maritxu Urabayen, sus hijas gemelas Pili y Rosario y su hermana
soltera Amparo. Javier llegó a ser alcalde de Bakio. Al fallecer éste Maritxu y
sus hijas abandonaron la localidad, quedando en la villa Amparo y su tío
Martín. Volvieron los años de decadencia a Villa Feliena y en la década de los
setenta Victor , el hermano pequeño de los Videgain Alcorta, intentó comprarla
sin llegar a ningún acuerdo con los herederos, por ello la casa siguió
languideciendo hasta que en 1984 fue vendida al Ayuntamiento de Bakio y tras
su continuo expolio y varios incendios se encuentra en un estado lamentable de
ruina y abandono, perteneciendo en la actualidad a una inmobiliaria.
Fuentes:”
BAKIO El pueblo habla a través de sus símbolos” editado por Biografías
Personales
Archivo
Histórico Eclesiástico de Vizcaya
Foto antigua:”
BAKIO El pueblo habla a través de sus símbolos” editado por Biografías
Personales. La fotografía fue cedida por la orden de los Menesianos y pertenecía a un antiguo álbum del colegio que regentaban en Bakio.
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